Posibilidades que intranquilizan.
El tiempo juega en las hamacas
de la plaza,
y va de atrás para adelante
y atrás de nuevo,
con un impulso de patas colgantes.
Parece un juego inocente
de ojos que ven cosas que no están ahi,
de sueños que brotan como yuyos medicinales.
Y el presente
inexistente
instante fugaz que siempre está terminando.
En donde estamos viviendo ¿?
4 comentarios:
Que lindo
la atemporalidad me persigue
es esto de vivir
sin tiempo.
muy bueno..ni se como llegue a todo esto..saludos..
Son esos segundos grises, los que recuerdan los rincones que nadie amó.
Son esos segundos grises, los que recuerdan los rincones que nadie amó.
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